La industria automotriz mexicana encendió las alertas ante el impacto que están generando los recientes bloqueos en carreteras, vías férreas y cruces fronterizos. Las interrupciones han detenido el traslado de autopartes y vehículos hacia Estados Unidos y han complicado el abasto de unidades y refacciones dentro del país.
Las principales organizaciones del sector —AMIA, INA, ANPACT y AMDA— expresaron su inquietud por el deterioro de la cadena logística. Señalaron que los cierres en puntos estratégicos están obstaculizando operaciones clave del comercio exterior, en un momento en el que la industria automotriz continúa siendo el motor exportador más importante de México.
Las afectaciones se intensificaron esta semana en Ciudad Juárez, donde productores agrícolas bloquearon los accesos a la aduana, desalojaron a los trabajadores e impidieron el paso de camiones de carga en los puentes internacionales Córdova–Las Américas, Zaragoza y Santa Teresa. Las filas de tráileres se extendieron por kilómetros mientras los cruces quedaron parcialmente operativos solo para automóviles y peatones.
Un día antes, protestas de transportistas detuvieron operaciones en el Puerto de Manzanillo y en rutas que conectan con Jalisco, lo que agravó el retraso en el movimiento de mercancías.
La presidenta de la Canacintra, María de Lourdes Medina, estimó que las pérdidas ocasionadas por los bloqueos superan los 37,000 millones de pesos, debido a que miles de toneladas de mercancía permanecen detenidas en puertos, aduanas y carreteras.
El sector automotriz advirtió que, si la situación continúa, podría verse comprometida la capacidad de México para abastecer a las plantas de producción en Estados Unidos, además de tensar aún más la disponibilidad de vehículos y refacciones en el mercado nacional.
Aunque las asociaciones reconocen el trasfondo social de las protestas, llamaron a las autoridades y a los grupos involucrados a encontrar soluciones que no afecten la economía ni paralicen actividades estratégicas. También reiteraron su disposición a colaborar para garantizar la libre circulación de bienes y prevenir nuevas interrupciones.
La industria insistió en que mantener abiertas las rutas de transporte es indispensable para preservar la competitividad del país y asegurar la continuidad de uno de los sectores productivos más relevantes para la economía mexicana.
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