Diputados dan luz verde a la nueva Ley de Aguas en una sesión marcada por choques políticos

Diputados dan luz verde a la nueva Ley de Aguas en una sesión marcada por choques políticos



Por: Héctor Herrera 



La Cámara de Diputados aprobó en lo general la nueva Ley General de Aguas y la reforma a la Ley de Aguas Nacionales, en una jornada intensa que expuso la profunda división política en torno al manejo del recurso hídrico. El dictamen obtuvo 328 votos a favor, 131 en contra y 5 abstenciones, en una sesión que se extendió por más de seis horas entre reclamos, acusaciones y confrontaciones abiertas.

La aprobación se dio apenas unas horas después de que el dictamen avanzara en comisiones. Tras un acuerdo interno, la Junta de Coordinación Política decidió llevar el tema de inmediato al pleno, dejando en pausa la reforma a la Ley General de Salud, inicialmente prevista para este día. La oposición exigió que la votación para modificar el orden del día se realizara en tablero electrónico, argumentando que la primera consulta a mano alzada se efectuó sin la presencia completa de la mayoría. Con la verificación digital, el cambio de agenda quedó confirmado.

Con el tema en discusión, Morena y sus aliados defendieron la iniciativa como un paso necesario para ordenar el acceso al agua, frenar el acaparamiento y combatir el mercado negro del líquido. Legisladores de estas bancadas subrayaron que el dictamen se construyó con base en 450 audiencias públicas en diversos estados, y que mantiene intacto el derecho a la herencia de las concesiones, además de transparentar el registro de títulos. También aseguraron que los organismos locales de cuenca conservarán facultades esenciales, como la expedición de nuevas concesiones y la administración de volúmenes.

Durante sus intervenciones, diputados oficialistas señalaron directamente a exgobernadores, empresarios y figuras de la oposición a quienes acusaron de beneficiarse históricamente de concesiones de agua. Argumentaron que la nueva legislación busca frenar estos abusos y hacer visible quién concentra el recurso.

Por el contrario, PAN, PRI y Movimiento Ciudadano criticaron la premura con la que se dictaminó y aprobaron los cambios. Aseguraron que la reforma incluye modificaciones de última hora, carece de claridad técnica y concentra atribuciones en la autoridad federal sin aumentarle recursos suficientes. También advirtieron que las nuevas reglas para la transmisión de concesiones, junto con el incremento de sanciones y la creación de delitos hídricos, podrían afectar a productores agrícolas y abrir la puerta al uso político del agua.

La oposición insistió en que la Conagua no tiene la capacidad operativa para asumir las nuevas responsabilidades, especialmente después del ajuste presupuestal previsto para 2026. Señalaron que la creación de un Fondo Nacional de Reservas administrado desde la Ciudad de México podría centralizar decisiones clave sobre la asignación de agua.

Mientras tanto, la discusión en lo particular continúa con más de 500 reservas inscritas y 154 oradores en lista. Aunque se anticipa que solo 18 propuestas, todas impulsadas por la mayoría, sean aceptadas, el debate podría prolongarse hasta la madrugada. Morena adelantó que presentará otro paquete de ajustes, sin detallar su contenido.

El Senado fue convocado para analizar la minuta a primera hora del jueves, lo que ha acelerado los tiempos y tensado aún más el escenario legislativo. La reforma avanza en medio de un debate que no solo revela diferencias políticas profundas, sino también la urgencia de definir un modelo de gestión del agua en un país donde el recurso es cada vez más escaso y estratégico.









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