La música falsa que invade el streaming: el riesgo de la IA
El auge de la inteligencia artificial en la industria musical ha abierto una polémica sobre canciones falsas que se cuelan en los catálogos de artistas legítimos sin su autorización. Plataformas como Spotify y Apple Music han registrado un aumento de álbumes y temas generados por IA, diseñados para imitar el estilo de músicos reales, con el objetivo de percibir derechos de autor asociados.
La folk británica Emily Portman se sorprendió al descubrir un álbum falso bajo su nombre en plataformas de streaming. "Me perturbó que la gente pensara que yo podría haber sacado eso", declaró, explicando que las canciones contaban con voces artificiales "perfectas" pero con letras vacías de sentido. De manera similar, Paul Bender, de la banda australiana The Sweet Enoughs, halló cuatro canciones generadas por IA en su perfil, y denunció que este tipo de fraudes afecta incluso a artistas fallecidos, como la escocesa Sophie.
El problema radica en la facilidad con la que se pueden subir canciones bajo el nombre de cualquier artista. La industria del streaming opera, en muchos casos, sin sistemas de autenticación fuertes, lo que permite que los estafadores publiquen contenido apócrifo y obtengan ingresos mediante bots que multiplican las reproducciones.
En respuesta, los artistas afectados solicitaron la remoción de los contenidos fraudulentos, con tiempos de eliminación que varían entre 24 horas y ocho semanas. Paul Bender también inició una petición en change.org para reforzar la seguridad de las plataformas, recabando más de 24.000 firmas. No obstante, las leyes de derechos de autor protegen de manera limitada a los músicos frente a la imitación en distintos países, como el Reino Unido.
La sofisticación de la IA musical dificulta que los oyentes distingan entre canciones humanas y generadas por máquinas. Plataformas y generadores como Suno y Udio permiten la creación de música convincente, y grupos virtuales como The Velvet Sundown acumulan ya un millón de seguidores en Spotify. Según la industria, la IA amplifica problemas existentes de fraude y contenidos engañosos.
A pesar de estos riesgos, artistas como Emily Portman y Paul Bender continúan apostando por la creatividad humana, destacando la importancia de la colaboración y los vínculos personales en la música. "Para mí, lo que importa son los vínculos humanos, la creatividad y la colaboración con otros músicos de talento", subraya Portman.
El caso evidencia cómo la inteligencia artificial, al mismo tiempo que ofrece oportunidades, plantea desafíos inéditos para la protección de la propiedad intelectual y la autenticidad artística en la era digital.
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