Sheinbaum defiende relación con Cuba y rechaza presión de EU
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió este jueves a los señalamientos de la congresista estadounidense María Elvira Salazar y dejó claro que México mantendrá su relación con Cuba, al tratarse de una decisión soberana que no debe interferir en los vínculos bilaterales con Estados Unidos.
Desde Palacio Nacional, la mandataria subrayó que el respaldo de México a Cuba no es una postura reciente, sino una política histórica que se remonta a la Revolución cubana de 1959. Afirmó que esta relación forma parte de la tradición diplomática del país y que no existe razón para que genere un conflicto con el gobierno estadounidense.
Sheinbaum reconoció que la postura de México frente al régimen cubano representa una diferencia con Washington, pero enfatizó que ello no implica un deterioro en la relación bilateral. Sostuvo que el vínculo con la isla responde a una visión humanista, particularmente ante los efectos que el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos ha tenido sobre la población cubana.
Las declaraciones se producen luego de que la congresista republicana María Elvira Salazar acusara al gobierno mexicano de respaldar dictaduras en Cuba y Venezuela, y cuestionara la contratación de médicos cubanos en México. La legisladora afirmó que este esquema viola las disposiciones del T-MEC relacionadas con la trata de personas y denunció que recursos económicos habrían sido entregados directamente al régimen cubano.
Salazar también señaló que México habría enviado, sin costo, 55 buques cisterna de petróleo a Cuba durante los últimos cuatro meses, con un valor estimado superior a los 3,000 millones de dólares, lo que calificó como una práctica contraria a los compromisos comerciales entre ambos países.
Ante estas acusaciones, Sheinbaum evitó escalar el conflicto y reiteró que su gobierno apuesta por la no intervención y la solución pacífica de controversias internacionales. En este contexto, recordó que México ha ofrecido su mediación en conflictos regionales y ha instado a la Organización de las Naciones Unidas a asumir un papel activo ante el aumento de tensiones en América Latina.
La presidenta insistió en que, más allá de las diferencias ideológicas, México continuará promoviendo el diálogo, el respeto a la soberanía de los pueblos y la cooperación internacional, principios que, aseguró, seguirán guiando la política exterior de su administración.
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