Un hecho inusual y esperanzador fue documentado recientemente en el norte de Canadá, donde investigadores observaron a una osa polar salvaje adoptando y cuidando a una cría que no era suya, un comportamiento extremadamente raro entre estos grandes depredadores del Ártico.
Las imágenes, grabadas en noviembre cerca de Churchill, en la provincia de Manitoba —conocida como la "capital mundial del oso polar"—, muestran a la hembra acompañada por dos oseznos de edad similar. El material fue captado por el fotógrafo Dave Sandford y analizado por científicos del Ministerio de Medio Ambiente de Canadá y de la organización Polar Bears International.
De acuerdo con Evan Richardson, especialista que ha estudiado a los osos polares durante más de dos décadas, solo 13 casos de adopción han sido registrados en 45 años de monitoreo en la región. "Es un comportamiento poco común, pero profundamente significativo", señaló el investigador.
Los científicos habían observado meses atrás a la osa saliendo de su guarida con una sola cría, identificada mediante un collar GPS, una herramienta habitual para el seguimiento de estos animales. Sin embargo, al reencontrarla en noviembre, detectaron la presencia de un segundo osezno sin marca, lo que confirmó que no se trataba de su cría biológica.
El monitoreo satelital y las observaciones en campo confirmaron que la osa mantuvo a ambas crías bajo su cuidado durante varias semanas. Las imágenes muestran a los oseznos explorando el paisaje nevado, mientras la madre permanece vigilante, reforzando el vínculo y garantizando su protección.
Ambas crías tienen entre 10 y 11 meses y podrían permanecer con la madre hasta aproximadamente los dos años y medio, una etapa crucial para su desarrollo. Aunque se desconoce el destino de la madre biológica del osezno adoptado, los especialistas coinciden en que contar con una figura materna aumenta significativamente las probabilidades de supervivencia.
Este caso ocurre en un contexto preocupante para la especie. La población de osos polares del oeste de la bahía de Hudson ha disminuido cerca de 30% en las últimas décadas, principalmente debido al derretimiento del hielo marino. No obstante, los científicos aclaran que no existe evidencia directa que vincule esta adopción con el cambio climático.
Actualmente, se realizan análisis genéticos para identificar a la madre biológica del osezno adoptado. Con más de 4,600 osos identificados en 45 años, esta región es considerada la población de osos polares mejor estudiada del mundo, lo que permite documentar comportamientos tan excepcionales como este.
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